La moda sostenible es una alternativa saludable a
la moda convencional, ya que aúna cuidado medioambiental, respeto de los
derechos humanos de trabajadores y trabajadoras textiles, y protección de la
salud al elaborarse con materiales naturales libres de componentes tóxicos.
Cada vez son más las personas que piden ropa
sostenible y, por ende, las empresas que se han pasado a este tipo de
fabricación.
Desde hace unos años, por ejemplo, se habla de la
moda sostenible como una de las alternativas más innovadoras en este sentido,
sobre todo si tenemos en cuenta el gran impacto de la industria textil en el
medio ambiente y en las sociedades de los países donde se producen la mayoría
de las prendas que se adquieren.
Estamos intentando pasar de los combustibles
fósiles, como el propano o el butano,
a otras fuentes de energía renovable en este tipo de industria, por lo que
comprar ropa de este tipo incentivará a las grandes empresas a pasarse a la
moda sostenible.
Moda
sostenible
Aunque a primera vista no lo parezca, con un
pequeño gesto como comprar una camisa o unos vaqueros podemos contribuir a la
conservación y el cuidado del planeta. Cuando adquirimos un producto de la
industria textil, en realidad no sólo nos beneficiamos de su uso, sino que
también estamos apoyando el conjunto de prácticas necesarias para su diseño,
producción y venta.
Lo que se busca es la transformación del negocio
textil, de sus objetivos y del impacto que genera en los entornos y las
sociedades.
Características
y principios
La moda sostenible está ligada al concepto de
Comercio Justo. Al promover un nuevo enfoque del negocio textil basado en el
respeto por el medio ambiente y el bienestar de las sociedades, genera, a su
vez, una nueva forma de consumo moderado, justo, bien retribuido y generador de
productos de calidad.
●
Conservación y buen uso de los
recursos naturales necesarios para la fabricación y el diseño de las prendas
●
Empleo de materiales que faciliten
el reciclado
●
Minimización de productos e
insumos auxiliares en la producción
●
Prevención de la contaminación en
los entornos donde operan las fábricas
●
Respeto de los derechos laborales
del personal de las empresas y creación de buenas condiciones contractuales
●
Impulso del desarrollo social de
las regiones o zonas en las que operan los negocios textiles
●
Respeto por los Derechos Humanos y
transparencia
Componentes
químicos
Uno de los mayores motivos para pasarse a la moda
sostenible es la cantidad de productos químicos que, aunque parezca mentira,
pueden aparecer en la ropa que compramos.
Son los siguientes:
El plomo
Es usado para teñir y se pueden encontrar
pigmentos en prendas de tonos brillantes. La Fundación Mayo para la Educación e
Investigación Médica señala que en peques de menos de 6 años, una intoxicación
por esta sustancia puede perjudicar de forma importante su desarrollo a nivel
físico y mental.
Los nonilfenoles
Se hallan en los jabones industriales usados para
lavar los tejidos. Pueden producir modificaciones hormonales y afectar
negativamente a nivel reproductivo y de desarrollo. La Agencia de Protección
Ambiental de EE. UU. indica que los nonilfenoles se almacenan en los tejidos
del organismo.
Los ftalatos
Se conocen como plastificantes y son utilizados
para confeccionar plásticos de mayor flexibilidad y durabilidad. Los
encontramos en materiales cotidianos como envases de productos de alimentación,
cosmética o limpieza, y a nivel textil aparecen en el plastisol, el ingrediente
de goma que se usa para confeccionar logotipos o diseños sobre tejido. Son
disruptores endocrinos, es decir, que son sustancias que tienen capacidad para
modificar el sistema hormonal.
Los PFC
Se usan para confeccionar prendas que repelen al
agua. Todavía no se conocen todas las consecuencias para la salud del ser
humano, pero estudios del Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental
señalan que afecta a la función endocrina, la inmune, así como al hígado y al
páncreas de los animales.